Capítulo 7 EXTRAÑA SENSACION
EXTRAÑA SENSACION
Él la toma también por su cintura y siente la misma sensación de aquel día que vio su figura a través de la ventana, ella es delgada y tiene un buen cuerpo, pero por la ropa que usa, no es fácil de apreciar.
Los dos salen de la oficina ante la mirada inescrupulosa de los empleados del piso, Cristine la secretaria no puede creer la imagen que está viendo ¿su jefe llevando a la empleada más fea y desaliñada en sus brazos?, los chismes no se hicieron esperar, unos hablaban con otros y murmuraban improperios, pero para Andy que era le jefe, en ese momento no le interesaba nada, así que cuidado llegaron al ascensor, allí la suelta un poco, el se queda mirándola, están los dos frente a frente, él está sudando un poco, y ella tiene la respiración acelerada.
-Señor Andy, yo… -Camila trata de romper el incomodo silencio
Andy le pone un dedo sobre su boca, y le hace un gesto de que siga en silencio, ella siente sus nervios alterarse al asimilar el tacto de su jefe, su dedo era tan grande y suave, los peores pensamientos se pasaron por su cabeza en ese momento, quería sacar la lengua y lamérselo, pero sabia que eso entre él y ella jamás pasaría, Andy solo estaba teniendo un acto de bondad.
Ya en el parqueadero, él la toma al igual que en la oficina, el chofer ya los está esperando, cuando llegan al auto, Orlando ayuda a que ella se suba, ella reconocía su olor, ya habia estado dentro el día del robo, así que no estaba sorprendida, su sorpresa vino cuando Andy se sentó al lado de ella y como si siempre actuara inconsciente poso su mano sobre su pierna. En realidad, ella no lo entendía, el se comportaba tan amable, que la hacia pensar que estaba interesado en ella, pero eso era algo totalmente imposible, ella era la mas pobre y fea de toda la ciudad, él, era el hombre mas guapo, multimillonario, agraciado, deseado y sobre todo comprometido del mundo, ella solo trataba de pensar que todo era un legítimo acto de caridad.
Andy se acerca mas a ella, la mira a la cara y esta extasiado con su rostro, y sin pedir su permiso, le toca la cara, empieza a darle masajes en su mejilla y Camille simplemente se queda petrificada mirándolo, tenía una boca espectacular, unos dientes blancos y perfectos, unos ojos oscuros penetrantes, y sobre todo su mano era una delicia, era una combinación perfecta entre suavidad y dureza, esto le daban el toque perfeto de sensualidad. Mientras ambos están en ese acto de admiración, su chofer frena, y carraspea su garganta para informar que ya están en el hospital, pero no es uno donde un empleado iría, Andy la lleva a una clínica privada, donde la reciben en una silla de ruedas, y la atención es casi que inmediata, aunque como en todo lo que tenia que ver con Alf, en el hospital todo el mundo la miraba como si se tratara de un payaso.
-Maldita sociedad, ¿acaso no han visto nunca a nadie como yo? - Ella refunfuña
Andy simplemente sonríe y la observa con ternura.
-Querrás decir que no han visto a alguien tan hermoso como tu- Ella se burla, de verdad le parecía graciosos que esas palabras salieran de él, pensar que ella estaba bonita, era un sacrilegio.
El doctor se acerca con los resultados de una polaca que le habían tomado unos instantes atrás.
-Señorita Ibis, su tobillo esta dislocado, es importante hacer una corrección, por fortuna no es algo grave, pero es necesario que pase a ver el ortopedista para que ponga su tobillo nuevamente en su puesto, de resto no hay fracturas, así que no es necesario una cirugía.
-Bueno doctor muchas gracias- dice ella mientras recibe la placa
-Bueno como has escuchado ahora te vera el ortopedista, el tomara tu pie y lo pondrá en su lugar, así que no vayas a llorar, porque la reubicación del tobillo es bastante dolorosa- Andy le habla como si se tratara de un amigo muy confiable.
- ¿Por qué esta haciendo todo esto por mí? - Camille no resiste las ganas de enfrentarlo
- ¿Hacer que?, no estoy haciendo nada fuera de lo normal, usted es una empleada de mi oficina, no puede ir por ahí mal herida en mis instalaciones…
- ¿O sea que es solo por evitar un mal comentario de pasillo? -pregunta frustrada
-No, por supuesto que no, fácilmente la hubiera enviado con un empleado de seguridad de confianza y ya, Camille no pregunte mas por favor, la verdad es que yo ni sé que hago aquí con usted- Andy cambia su tono de voz y ya no la tutea, ella lo hace sentir avergonzado, y es que de verdad no sabía la razón del porque estaba allí, no tenía ninguna obligación, pero dentro de él habia algo que lo instaba a estar al lado de Camille, pero no sabia que era.
Ahora entre los dos se torna un incomodo silencio, hasta que llega el ortopedista y hace seguir a Camille, ella con la ayuda de Andy se acomoda en la camilla a la espera de la corrección.
-Bueno señorita Ibis, mi nombre es Álvaro, voy a corregir su tobillo ¿de acuerdo?
-Si doctor, haga lo que tenga que hacer
-Esto le va a doler un poco, así que por favor trate de estar tranquila y relajada+
Camille asiente, y ve como Andy esta mas a su lado, él la toma de la mano y ella lo aprieta al sentir el brusco movimiento que hace el ortopedista para acomodar su tobillo, ella da un grito y de los nervios aprieta a Andy aun más, a él le causa gracia ver su cobardía, y ahí están los dos riendo como tontos después de lo que hizo el médico.
-Señor Andy, muchas gracias de verdad, espero algún día pode recompensarle lo que ha hecho por mí.
-No tienes nada que agradecer, todo ha sido con gusto Camille, necesitabas atención, tomate la incapacidad que te dio el médico, te llevare a la casa, y ya encárgate tu de adquirir comida por teléfono, y cuídate mucho, por cierto, no has comido nada, lo lamento, vamos ahora mismo a comer
-Noo ya ha hecho suficiente señor Andy, por favor- Camille esta avergonzada, pero se ha dado cuenta que si hay una palabra que el no entiende es la palabra NO.
- ¿Qué te apetece comer Camille? Él se acerca aún mas a ella, causando que sus bellos se ericen
-Eh, si muero de hambre para mi estaría bien una pizza, pero por favor yo escojo el lugar, no quiero ir a un sintió mas de ricachones, estoy harta de que me miren como un muñeco raro- Ella le suelta sin tan siquiera un toque de prudencia.
-Déjeme llevarla a un sitio que le gustara y no se preocupe allí nadie la va a mirar extraño. -Ella lo mira y agradece de nuevo.
Minutos mas tarde estaban en un sitio de pizza, llamado “pizza mundo”, una pizzería muy popular de la ciudad había muchos niños jugando en los videojuegos, familias comiendo, y mucha comida, no era un lugar donde Andy pudiera ir, pero ella estaba encantada, aunque estaba sosteniéndose por una muleta y muerta del dolor, el sitio le parecía encantador.
Después de comer una pizza gigante de varios sabores, ella queda totalmente complacida.
-Veo que tenías mucha hambre Camille ¿hace cuanto no comías?, por poco y me devoras a mí también-Le dice Andy entre risas
-Ja ja ja doctor, más o menos unos tres días creería yo, muchas gracias y lo de comérmelo a usted…eh créame que esta- el teléfono de Andy suena dejándola con la palabra en la boca, el automáticamente contesta con uno de sus audífonos inalámbricos que siempre lleva puesto.
Al otro lado de la línea se escuchan unos gritos.
-¡¡Andy!!, pero ¡¡¿dónde estás?!!, llevo más de dos horas buscándote
-Buenas tardes querida, estoy en una diligencia, ¿dime que paso?
-No te hagas Andy Alf, como pudiste olvidar que teníamos una reunión con el inversionista de China, de eso dependía un gran negocio, ahora este tipo esta super molesto, se supone que te destacas por tu puntualidad, pero claro, ¿tengo que ser tu sombra para que no se te olviden las cosas?
Camille centra su mirada hacia otro lado para no ser imprudente y escuchar la voz que traspasa el audífono, Andy simplemente suspira resignado, para ser un hombre tan joven tenía que vivir una vida de alguien mucho mayor y ni siquiera un pedazo de pizza podía disfrutar.
-Bueno cálmate por favor, no me grites mas
-No me calmo Andy, ¿Dónde estás metido? Como siempre tu y tus faltas de memoria, no puedo estar detrás tuyo todo el tiempo, ¿acaso no tienes una secretaria para que te recuerde a cada minuto? Te he dicho cientos de veces que el problema de memoria tienes que arreglarlo con un médico, pero bendito Dios, haces siempre lo que te da la gana, lamento que tenga que casarme contigo, de verdad un buen día de estos olvidas que soy tu mujer y me dejas abandonada… eres un idiota Andy, ¿ahora que vamos a hacer con el negocio
De un momento las mejillas de Andy están bastante rojas, sus ojos se oscurecen un poco más y cambia el semblante.
-Ni una mi**** Keyra, no tolero que me estes hablando de esa manera, ¿no pudiste sostener un negocio sin mí? ¿Dónde están las habilidades de la que tanto hablas? Y si yo también lamento tener que casarme contigo, porque no me reconozco durmiendo al lado de una harpía como tu- Andy le cuelga la llamada.
Camille se siente avergonzada y ni siquiera puede decir media palabra.
-Disculpa, mi prometida es un dolor insoportable en el trasero
Camille suelta una carcajada monumental al escuchar que su jefe ni siquiera puede decir un improperio
- ¿Un qué?, por mi no te preocupes, entiendo, así deben ser los problemas de pareja.
- ¿Tu eres soltera? O tienes alguna especie de compromiso -Andy le pregunta algo ruborizado
-No, soy felizmente soltera, la verdad en mi vida si he tenido dos novios es mucho, pero no fue algo serio, la verdad no me gusta enredarme con nadie, mi madre esta enferma, debo hacerme cargo de ella y de mi hermanita, toda mi vida desde que Sali de la escuela gira en torno a ellas desde que mi padre murió, así que no sufro de tus males- entre ellos ahora hay un aire de relajación.
Mas tarde Andy lleva a Camille a casa de su tía, quien esta asomada por la venta y al verla en muletas la recibe hipócritamente, Andy se despide con la mano, Camille lamenta que su maravilloso cuento de hadas haya terminado, ahora le esperaría el mismo infierno.