Capítulo 100 No me dejes
Después de comer, Cristofer se quedó trabajando en su despacho, mientras que yo me iba a mi dormitorio para tumbarme un rato en la cama. Me desperté escuchando los gritos y las risas que tenía mi hija, ya que mi pequeña era todo alegría y felicidad, me levanté de la cama acercándome a las escaleras para ir al salon, viendo como le decía a su padre y a su abuela que su señorita le dijo que tenía un premio para ella, aplaudiendo los dos.
— Mami, mami, ¿sabes que me ha dicho la seño? — me pregunto riendo, cuando entré en el salon.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread