Capítulo 85 Herida
El sicario de Ana, me cogió del brazo con fuerza haciendo que me levantara de la silla, me puso un pañuelo en la boca y la bolsa en la cabeza, andando unos cuantos metros, hasta que subimos a un coche marchándonos. El vehículo estuvo moviéndose durante varias horas, hasta que por fin pude sentir como paraba, bajandome del coche, sin soltar mi brazo, quitándome la bolsa de la cabeza y el pañuelo cuando estuvimos dentro de una casa, que yo no conocia ni habia visto nunca.
— Siéntate, te voy a peinar, asi como vas nadie se va a creer que eres la esposa de un Ceo — me dijo Ana.
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