Capítulo 3 Evander

Narra Evander. —Caballeros, acabamos de recibir una llamada de la Manada Bright Moon. Uno de sus miembros fue acusado y condenado por agredir a su Luna y necesitamos que vayan a recogerla. No se nos dieron muchos detalles, pero la persona que llamó mencionó que necesitábamos actuar rápidamente. »Ella sonaba bastante temerosa y nos dijo que no confiáramos en el Alfa y la Luna sobre lo sucedido, que necesitábamos escuchar también su historia —nos dice el miembro del Consejo Boaz, y Conri y yo asentimos con la cabeza mientras nos levantamos de nuestros asientos y no perdemos tiempo en dirigirnos a nuestra camioneta. —Evander, ¿alguna idea de por qué esta persona estaba pidiendo al Consejo que actuara rápido? —me pregunta Conri y dejo pasar la poca información que tenemos por mi mente. No es mucho y entiendo por qué Conri me hace esta pregunta, considerando el pasado. Mi mente viaja de regreso a otra misión que hicimos para el Consejo; una joven había sido acusada y condenada por la manada y un Guerrero había llamado al Consejo para informarles. Cuando llegamos a la manada, el Alfa juró una y otra vez que había sido un malentendido y contactamos al Consejo sobre cómo proceder. Nos dijeron que volviéramos a la Academia y dejáramos el castigo en manos del Alfa, ya que según él había sido un incidente menor. Un mes después, una manada vecina contactó al Consejo que una mujer había pedido asilo, estaba más muerta que viva en ese momento. Cuando se informó al Consejo de las circunstancias, se dieron cuenta de que era la mujer a la que habíamos sido enviados y Conri y yo fuimos enviados de regreso para hablar con la mujer. Durante nuestra conversación descubrimos que si le hubiéramos hablado ese día, la habríamos llevado con nosotros. Hasta el día de hoy lamentamos no haber hablado con ella, por no haberla salvado y ella nos hizo prometer con su último aliento que nunca nos iríamos hasta haber escuchado ambas versiones de la historia. El Consejo permitió que nuestro Capitán de Escuadrón Armand y el resto de nuestro equipo se unieran a nosotros y fuimos acompañados por el Investigador Harlyn. Juntos logramos encontrar pruebas contra el Alfa, Beta y Gamma. Resulta que la mujer había sido la hija del Alfa, pero él nunca la trató como tal y su Beta y Gamma habían abusado de ella durante años. El Guerrero, que había llamado al Consejo, la había acusado a propósito, esperaba sacarla de la situación en la que se encontraba antes de que la matara y si no hubiéramos escuchado al Alfa habría logrado rescatarla. Conri me saca de mis pensamientos al preguntar de nuevo si tengo alguna idea de por qué se pidió al Consejo actuar rápidamente. —Sabemos que involucra a una mujer y hay varias razones por las que una mujer atacaría a una Luna. La mayoría de esas razones son suficientes para ser condenadas por el Consejo también, así que podemos asumir que no es una razón estándar. —Le dejo pensar en mis palabras mientras conducimos hacia la Manada Bright Moon. Para cuando llegamos allí, aún no hemos encontrado la respuesta y temo que tal vez nunca la descubramos, ya que no estaremos allí cuando ella tenga que enfrentarse al Consejo, tal vez tengamos la oportunidad de preguntarle en el camino de regreso. El Alfa no está muy contento con nuestra presencia, de hecho se ve realmente incómodo y mientras lo seguimos a las mazmorras escucho a Conri a través de nuestro enlace mental. —Creo que la persona que llamó tenía razón, es bueno que hayamos venido tan pronto. Y sí creo que tiene razón en su suposición. La chica en la celda es hermosa y puedo ver que el hombre con ella está relacionado con ella. Veo una mirada incómoda en su rostro después de que le digo que deje la sábana atrás; una vez que se da cuenta de que no entendemos sus preocupaciones, da la espalda a los demás y revela lo que lleva puesto. Rápidamente entiendo su incomodidad y ordeno que todos salgan mientras le digo que se cambie. La chica lleva puesto un vestido que apenas la cubre y la parte de arriba es casi transparente, gimo interiormente al ver cómo se ve. —Mierda, Evander. ¿Qué demonios está usando? No permitiré que salga de aquí vestida así —espeta Conri. Mientras esperamos afuera, el Alfa ordena a los Guerreros que lo sigan a la Casa de la Manada, su padre mira a su alrededor antes de girarse hacia nosotros y me entrega un papel. —Dale esto a mi hija una vez que esté a salvo y el Consejo les dé permiso. Echo un vistazo dentro y veo un número escrito. Asiento con la cabeza antes de guardarlo en mi bolsillo. Conri vuelve a las mazmorras después de diez minutos para llevar a la chica a nuestra camioneta y veo a miembros de la manada reuniéndose mientras Conri la guía hacia la camioneta. Un miembro parece asesino mientras otro tiene una pequeña sonrisa en su rostro y creo que acabo de descubrir quién es el ángel guardián de la chica, pero no entiendo por qué el hombre parece como si le hubiéramos quitado a su pareja. A menos que, por supuesto, ella sea su pareja menor de edad, eso explicaría su expresión. Pero si ella es su pareja, ¿por qué no dijo nada o por qué no estaba con ella en la mazmorra? Solo tengo más preguntas que respuestas y necesito hablar con Conri al respecto. También necesito informar al Consejo sobre mis pensamientos y espero que puedan ayudarla. El Alfa aparta al idiota del camino para que pueda conducir con la chica en el asiento trasero y al mirar por el espejo retrovisor, ella cierra los ojos, en cuestión de minutos está profundamente dormida. Me da la oportunidad de contarle a Conri mis pensamientos y él rápidamente transmite todo al Consejo a través de un correo electrónico. —¿Qué crees que era ese pedazo de tela? —Conri me pregunta y pienso en el minúsculo vestido rojo que llevaba puesto, maldiciendo a Conri por devolverme esa imagen a la cabeza. Pensé que era hermosa con esa sábana envuelta alrededor, pero verla con ese vestido... Sacudo la cabeza como si pudiera deshacerme de la imagen de esa manera y de reojo veo que Conri no lo está tomando mucho mejor, pues la vista de ella con ese vestido nos afecta a ambos. Ambos nos reímos suavemente mientras nos acomodamos y mantengo un ojo en nuestra pasajera. Un movimiento en el lado derecho de la camioneta llama mi atención lejos de ella y Conri está en alerta máxima mientras mira por la ventana, pero no hay nada que ver afuera. Maldigo cuando algo vuela sobre el capó de la camioneta y Conri sigue lo que sea que fue hacia el bosque. Un momento después maldigo en voz alta al girar bruscamente el volante a la izquierda, pues un lobo salta fuera del camino en el último momento y un instante después el lobo vuelve a aparecer. —Un renegado en una misión suicida —murmura Conri mientras zigzagueamos por la carretera, tratando de evitar al lobo. Conri me está gritando que mantenga los ojos en la carretera, pero no puede vigilar ambos lados de la SUV al mismo tiempo y no quiero chocar esta SUV contra un lobo. —Izquierda. —La escucho desde el asiento trasero y logro evitarlo una vez más, pero sus siguientes palabras me helan la sangre en las venas—. No se rendirá hasta que me tenga o hasta que esté muerto —es un susurro, pero es un susurro muy claro y Conri llama al miembro del Consejo Boaz a mi solicitud. Necesitamos saber qué podemos y qué no podemos hacer cuando se trata de este lobo idiota y necesitamos mantener a esta chica a salvo a toda costa. El miembro del Consejo Boaz nos ordena ir a la casa segura más cercana y suspiro aliviado en el momento en que comienzo a reconocer mis alrededores, no pasará mucho tiempo antes de que estemos en la cabaña. Me alegra que hayamos estado aquí antes, porque ahora nadie sabe a quién trajimos con nosotros. Es una cabaña de una sola planta rodeada de árboles altos y una gran variedad de flores silvestres. Hay dos habitaciones en la parte trasera y eso es más que suficiente para acomodarnos esta noche. Mientras Conri está junto a ella, me doy cuenta de que no es alta y ambos la superamos en altura. No ha perdido su sentido del humor mientras nos cuenta lo que pasó por su mente y me rio mientras trato de imaginarla huyendo de nosotros, mi licántropo comienza a reírse ante esa imagen. Luego Conri la guía hacia la cabaña mientras yo agarro la bolsa de la SUV, su padre me la dio después de que Conri nos dejara para sacarla de la mazmorra. Mi licántropo ha estado actuando extraño durante los últimos dos días y está empezando a molestarme, Conri me dijo que su lycan no está actuando mejor. Ninguno de nuestros licántropos puede decirnos por qué actúan de la manera en que lo hacen, ni pueden explicar lo que están sintiendo. Mañana será el primer día de la luna llena y tengo la sospecha de que nuestros licántropos esperan encontrar a su compañera, hemos estado esperando lo suficiente por ella. Hemos estado esperando por ella durante treinta años, y Conri y yo estamos cerca de perder la esperanza. Con cada año que pasa, mi licántropo comienza a deprimirse más, pero cada vez que menciono tomar una compañera elegida, explota en mi cara y pasan días antes de que vuelva a hablarme. El licántropo de Conri es igual cuando se trata de nuestra compañera destinada y una compañera elegida. A veces hablamos al respecto y nos reímos de su actitud hacia una compañera elegida. El lycan de Conri se negó a hablar con él durante una semana cuando Conri una vez me sugirió que cada uno tomara su propia compañera elegida, no es que estuviera hablando en serio. Escucho pasos en la cocina y eso me saca de mis pensamientos, entonces veo a Conri en la puerta con los brazos cruzados frente a su pecho.