Capítulo 28 ¿Eres virgen?

La puerta se abrió lentamente. Una hermosa alfombra de lana con un patrón se extendía sobre el oscuro suelo de madera. En la amplia habitación, una enorme bañera blanca circular ocupaba la mitad del espacio. Dos criadas estaban echando pétalos de rosa en el agua. El agua en la bañera subía lentamente y una neblina lechosa flotaba en la superficie. Otra criada encendió una vela en la esquina y un suave y encantador aroma llenó el aire. "Señorita, por favor tome un baño". La puerta se cerró y la criada vino a mostrarme el camino. Me quité el abrigo y los zapatos mientras era atendida por una criada, y caminé lentamente hacia la bañera con los pies descalzos sobre una suave manta de lana.