Capítulo 8 Soy la señora kendall
Austin prácticamente se escapó de lo que sintió al besar a Brooke, no estaba preparado para que su cuerpo reaccionara tan efusivamente al tenerla en sus brazos, se decía que debía respetar su relación con Lauren, él no era particularmente un conquistador y, aunque muchas mujeres se acercaban a seducirlo, nunca cedía.
Pero no pudo o no quiso resistirse a probar los labios de la madre de su hijo, sin embargo, ahora le asustaba lo que le hizo sentir, no podía dejarse llevar por un arrebato, porque así lo consideraba, un arrebato que debía pasar al olvido de inmediato.
Llamó a Jared para que se quedara a cargo de la oficina y se fue directamente a buscar a Lauren a la agencia de modelaje, al tiempo que mandaba a preparar su avión, se iría de viaje con su chica, eso necesitaba, un tiempo a solas con su novia para volver renovado y concentrarse en su empresa, el hecho de que iba a ser padre no tenía por qué desviarlo de su ritmo de vida.
***
–Lauren, Lauren…
–¿Qué pasa?, ya voy, no entres. –Lauren estaba posando para una sesión de fotos, totalmente desnuda, lo cual no estaba permitido en la agencia.
–Lauren, en recepción hay un precioso ejemplar masculino preguntando por ti, ¿podrías preguntarle si quiere modelar?, me encantaría tomarle muchas fotos.
–¿Dijo su nombre?
–No, solo preguntó por ti, sin identificarse.
–Iré a ver –al llegar a recepción se asombró–, Austin, ¿qué haces aquí?, no me avisaste que vendrías.
–¿Acaso tu novio no puede darte una sorpresa?, no quiero que sigas molesta conmigo.
–Sí, sí, ven por aquí –lo apartó nerviosamente del mostrador de la recepcionista, porque su “hermano Devan” acostumbraba buscarla allí y era a quien había presentado como su pareja para que tuviera acceso sin problemas.
–Vine a buscarte para que nos vayamos de viaje un par de días, necesito descansar de las presiones del trabajo, podemos irnos desde aquí, ya mandé a preparar el avión, solo dime a qué lugar te gustaría ir.
–¿En serio?, maravilloso cariño, me gustaría ir a Las Vegas.
–Ese es el lugar menos indicado para descansar, ¿no escuchaste el propósito del viaje?, además serán unas 5 horas de vuelo.
–Cariño, yo también estoy estresada y un lugar con muchas distracciones es lo mejor, anda, vamos, ¿sííííí?
Lauren era preciosa y con solo unos pocos mimos deshacía la férrea voluntad de Austin, logrando que él le cumpliera sus deseos, tomó su rostro entre sus manos y besándola, le dijo sobre sus labios:
–Iremos donde tú quieras –lástima que no pudo notar la sonrisa que se dibujó en el rostro de su novia mientras se escondía en su pecho.
***
El viaje fue muy agitado, ya que Lauren se encargó de Austin con mucha fogosidad, hasta que quedó rendido de placer, pero a pesar de todo, la sensación que tuvo después de besar a Brooke, no lo abandonaba.
Llegaron al hotel, ocuparon una suite y Lauren continuo con lo que parecía el propósito de su viaje y esto era agotar físicamente a Austin, teniendo sexo desenfrenado una y otra vez.
Después de dormir unas pocas horas tomaron una apasionada ducha juntos y Lauren le dijo a Austin entre jadeos:
–Hoy saldremos a conocer la diversión nocturna de Las Vegas cariño.
–Pensé que esta noche nos quedaríamos aquí, ya que no hemos descansado nada.
–Salimos hoy y mañana será un día de descanso total, te lo prometo.
Austin realmente quería negarse, pero al ver el entusiasmo con el que su novia estaba arreglándose para salir, puso su mejor cara y procedió a vestirse, sin sospechar lo que estaba fraguándose en la mente de Lauren Adler.
***
Al día siguiente Austin se despertó pasado el mediodía, la cabeza le retumbaba y le costaba enfocar la vista por lo que volvió a cerrar los ojos, palpó en la cama y sintió el cuerpo tibio de su novia, poco a poco abrió nuevamente sus parpados y, aunque la claridad le molestaba, logró mirar a su alrededor.
Se levantó con dificultad, mientras caminaba hacia el baño descubrió botellas de champaña tiradas en la alfombra, la ropa sobre las butacas y un amasijo blanco que no distinguió bien al momento, siguió su camino y abrió la ducha, necesitaba despejarse.
Al salir del baño aun la confusión en su mente lo hacía mantener el ceño fruncido, trataba de recordar lo sucedido y estaba en blanco totalmente, su estómago estaba revuelto y el fuerte latido en su cabeza no cesaba, removió a Lauren.
–Lauren, despierta por favor, me siento terrible y no sé qué pasó anoche.
–¿Qué tienes cariño?
–Mi cabeza va a estallarme, puedes explicarme, ¿qué hicimos anoche?
–¿No recuerdas nada?
–Te digo que no, tú… ¿si recuerdas algo?
–Recuerdo todo perfectamente cariño, mira –dijo al tiempo de mostrarle su mano con una reluciente alianza dorada.
–¿Qué pasó Lauren?
–Me pediste matrimonio, yo acepté y nos casamos cariño. Soy oficialmente la señora Kendall, ¡estoy tan feliz!
Austin se quedó estupefacto, repetía en su mente la información que le dio Lauren y, aun así, no lo asimilaba.
“¡Mierda! ¿cómo pude casarme así?”
La primera reacción de Austin fue correr al baño y vomitar profusamente, creía que su cerebro saldría por su boca, regresó a la cama y se lanzó pesadamente, cerrando los ojos.
–Cariño pediré unas aspirinas y jugo de naranja para ti, estás pálido, bebiste mucho anoche, nunca te había visto ebrio.
–Porque yo nunca me embriago, no entiendo que me pasó.
–Pasó que estamos en Las Vegas cariño, aquí todo es posible. Ya recordarás, hasta un vestido de novia me compraste, estabas eufórico con la boda.
–Yo no soy así Lauren, no puede ser que esperara a estar ebrio para dar ese paso.
–Estabas feliz según mi punto de vista, dijiste que desde que subimos al avión no habías hecho otra cosa que amarme y que deseabas que fuera tu esposa, ¿acaso te arrepientes? –preguntó fingiendo sollozar.
–Estoy muy confundido, no recuerdo nada y me sigue doliendo la cabeza.
–Ya vienen las aspirinas, te las tomas, vuelves a dormir y te sentirás mejor.
–Eso espero.
Austin se devanaba la cabeza tratando de recordar, pero su mente era un gran blanco desde que entraron a un local con mucho ruido y poca luz. Llegaron las aspirinas las tomó y cerró los ojos, su último pensamiento antes de caer en un profundo sueño fue para Brooke.
***
–Hola amor.
–¿Por qué no respondías mis llamadas?, ¿dónde estás?
–Estoy en Las Vegas con Austin, ya resolví nuestro problema.
–¿Las Vegas?, ¿qué resolviste y cómo?
–Nos casamos esta madrugada, ya tengo la mitad de todo jajaja.
–¿Cómo lo lograste?
–Lo drogué, aún no recuerda nada, pero ya está hecho, esperaré a que se recupere un poco para regresar a Washington, mañana nos vemos amor, todo va saliendo perfecto, solo nos queda eliminar al supuesto heredero.