Capítulo 4 Llego la hora
Despues de bajarme de la tarima, vi como las otras
chicas empezaron a subir una a una para que su virginidad fuera subastada, y en
medio de ese, mi amiga Daisy, quien habia sido la que me recomendo vender mi
virginidad al mejor postor, llego junto a mi para felicitarme.
—¡Te sacaste la loteria Teresa! —dijo Daisy, mientras
mi tomaba por lo hombros.
—¿Ah si? ¿Por qué? —pregunte algo extrañada.
—¿Por qué? ¿En serio preguntas por que? Teresa, ¡Te
acabas de ganar 300.000 dolares! ¡Incluso despues de que el club tome su parte
seguiras ganando mas de 200.000! —dice Daisy, mientras me mira emocionada.
La verdad era que Daisy tenia razon, los hombres del
club habian ofertado 300.000 dolares por mi virginidad, despues de que el club
tomara su parte aun ganaria unos 210.000 dolares, esa cantidad era algo que no podria obtener
en mi trabajo de camarera.
Y lo mejor era que lo obtuve por solo una noche de
“trabajo”, aunque esa sola noche de trabajo que quizas solo dure 1 hora
unicamente, seria algo que podria marcarme de por vida.
—Estoy celosa Teresa, cuando yo me subaste solo
ofertaron 50.000 dolares por mi, en ese
entonces pense que era una buena cantidad, pero tu acabas de obtener 300.000,
no puedo evitar pensar que tenias tú que yo no —dice Daisy, mientras fruncia el
ceño y hacia un puchero.
—Solo fue suerte Daisy, quizas fue que el dia que
asististe no fue el indicado.
—¡Teresa! ¡Debemos prepararte!
—¿Prepararme? ¿Para que?
—¡¿Eres idiota?! Despues de que termine la subasta
tendras que ir con el hombre que pago por tu virginidad.
Cuando Daisy me dice estas palabras, no puedo evitar
temblar, es cierto, hoy seria mi primera vez, y ya no podia dar marcha atrás,
necesitaba el dinero y habia llegado muy lejos como para detenerme a ultimo
momento.
Hoy seria el dia que perderia mi virginidad, y seria
con un desconocido, aunque al menos era atractivo, honestamente no estaba
totalmente lista para lo que pasaria dentro de poco, pero ya solo podia seguir
hasta el final.
—Ven conmigo, te pondremos ropa sexy para tu noche de
hoy, te dare algunos consejos, la primera vez siempre duele, pero no significa
que no puedas disfrutarla —dice Daisy, mientras me toma de la mano y me lleva
hacia algun lugar.
La subasta aun no habia terminado, pero eso no me
importaba y tampoco a Daisy.
Fui llevada por Daisy hacia una habitacion privada
para que me preparara, pudimos entrar alli ya que era un de las chicas “VIP”
del club, lo que en otras palabras, significaba que era una de las chicas que
habia vendido su virginida a un hombre rico, lo cual le iba a dar un gran
ingreso al club.
Obviamente el club queria que satisfaciera lo mejor
que podia al cliente que me compro, de esa forma, ese cliente seguiria viniendo
al club e incluso podria traer a algunos amigos que harian ofertas al igual que
ellos.
El personal del club queria que estuviese lo mas
exitante y preparada posible, normalmente el club tenia algunos trabajadoras
femeninas experimentadas que orientarian a las chicas virgenes sobre como
complacer al cliente, el club queria que los clientes que pagaron se fueran
satisfechos y volvieran en el futuro y la mejor forma era darles una rapida
orientacion a las chicas virgenes que fueron subastadas.
Daisy era una de esas chicas experimentadas que
orientarian a las chicas virgenes que fueron subastadas en el club, al ser ella
mi amiga, obvimente termino por escogerme para orientarme sobre lo que iba a
pasar hoy.
Daisy empezo a seleccionar ropa para mi, me tuve que
probar todo tipo de lenceria sexy enfrente de Daisy, la cual solo quedo satisfecha
despues de que me probara un monton de trajes distintos.
Mientras Diasy me vestia, me empezo a hablar sobre un
monton de cosas sobre la primera vez, cuando llegamos a la parte del dolor
inicial, no pude evitar estremecerme, pero Daisy me consolo al decirme que el
dolor solo era momentaneo y despues venia el placer.
Daisy me dijo que solo tenia que dejarme llevar.
—Bien, ya estas listas —dijo Daisy, mientras me miraba
en un espejo.
Daisy habia seleccionado para mi una ropa bastante
reveladora, pero que ocultaba todas las partes importantes y necesarias, la
mayor partes de mis piernas estaban al descubierto dejando toda mi carne y piel
expuestas, el vestido era muy escotado y hacia resaltar mucho mi pecho.
Daisy incluso selecciono para mi una de esas tangas
comestibles, me dijo que el tener una encantaba a muchos hombres y puede que me
arrancaran a mordiscos… cuando escuche esto, no quise imaginarmelo.
—Bien Daisy, ya estas lista, pronto sera el momento,
te dejare sola un momento, tengo que ir a hablar con alguien.
Despues de que Daisy dijera estas palabras, se fue de
la habitacion, dejandome sola, cuando Daisy se fue, no pude evitar tomar la
botella de vino que habia en la habitacion y tomarmela de una sola vez.
Todo el mundo decia que el alcohol hacia mas facil
cualquier cosa y te calmaba mucho, y en estos momentos necesitaba tener un poco
de calma ante lo que venia a continuacion.
Una botella no fue suficiente para calmarme los
nervios, y en un abrir y cerrar de ojos, me tome otra.
—¿Cuánto costara este vino? Espero que no me lo cobren
—mientras decia estas palabras, no puedo evitar notar que el alcohol esta
empezando a ser efecto, y empiezo a sentirme ebria.
Despues de un rato, Daisy finalmente regresa, por
suerte escondi las botellas de vino que me bebi, no queria que viera lo que
habia hecho.
—Bien Teresa, ya estas lista, es hora de que vayas con
tu galan —dijo Daisy, mientras me tomaba de la mano y me sacaba de la
habitacion.
—¿D-donde va a o-ocurrir?… ¿Dónde lo voy a hacer?
—pregunto, mientras trato de evitar que Daisy no note mie ebriedad.
—Es un conjunto de habitaciones especiales que el club
reserva para los clientes como el tuyo, ven conmigo, te llevare alli —dijo
Daisy, mientras me toma de la mano y me guia.
Caminamos por un breve tiempo, y terminamos por llegar
a un lugar con dos corredores, Daisy apunta a uno de los dos corredores que
tenemos enfrente nuestro y empieza a hablar.
—Tienes que seguir este corredor y entrar en la
habitacion de tú cliente, este es el numero de su habitacion, ten la llave,
tambien toca la puerta para que se entere que ya llegaste… cuando entres,
empieza a hacer lo tuyo, ya te explique como seducir a un hombre —me dice
Daisy, mientras me mira fijamente.
—E-entiendo.
—Bien, nos vemos, dentro de poco te graduaras y ya no
perteneceras mas al grupo de las que aun no lo han hecho, y habras ganado una
buena cantidad de dinero, nos vemos —me dice Daisy, mientras empieza a
alejarse, mientras la observo.
Despues de que Daisy se va, me quedo parada por un
breve tiempo en el lugar donde estoy, los efectos del alcohol siguen
aumentando, pero a pesar de eso, miro los corredores y camino hacia el que
Daisy me indico, y me preparo para perder me virginidad finalmente con el
hombre que la compro.