La segunda vez que la vio fue cuando ella irrumpió en su escondite secreto en la azotea del hospital.
Él fríamente le dijo que se largara y no lo molestara. Sus ojos ya rojos se pusieron aún más rojos, y las lágrimas se derramaron por sus mejillas.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread