Capítulo 138 Una segunda opinión
Le conté a Asher mis preocupaciones por no poder competir físicamente en los exámenes clasificatorios. Había estado débil durante la práctica, tropezando en movimientos simples.
Él se preocupaba por mí, especialmente después de mi próxima práctica, cuando cuanto más me esforzaba por mantenerme al día con la rutina, más cansada me sentía. Cuando se lo confesé, insistió en que fuera al médico para que me revisaran.
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