Capítulo 46 El secreto de la capitana de porristas

Después de dejar a Nina en su residencia la noche en que fue atacada por Lisa, regresé inmediatamente a la estación de policía. -Estoy aquí para llevarla a casa-, dije, señalando con la cabeza hacia la celda donde Lisa estaba detenida. Estaba sentada en la litera, visiblemente incómoda y cubierta de sudor. Ya había tenido mis sospechas antes, pero ahora que la vi, pude darme cuenta al instante de lo que le había sucedido desde lejos: había sido mordida por un hombre lobo renegado. Solo sería cuestión de tiempo antes de que ella misma se convirtiera en uno y escapara de esa celda, matando a todos aquí. Tenía que llevarla con una bruja antes de que fuera demasiado tarde.