Capítulo 108
La máquina que mide los latidos de su corazón empieza a hacer un sonido indicando que algo no estaba bien, veo las líneas que antes eran curvas y ahora se vuelven rectas y se que significa eso, no puedo levantarme me siento muy mal y lo único que me queda es gritar y la puerta es abierta por Jack en fracciones de segundos.
—¡LLAMA A UNA DOCTORA, CORRE!— los doctores entran y yo lloro a más no poder sosteniendo su mano pidiéndole a Dios que no me lo quite.
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