—Ah!— suspira Russo sosteniendo la cintura de jazmín hacia abajo la cual le daba los últimos centones y él terminaba por correrse.
Ella salió de él y él se quitó el cóndon tirándolo a la basura volviendo a la cama y tomando un cigarrillo, mientras ella se cubría hasta los pechos y él la cintura recostando su espalda del espaldar de la cama.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread