Capítulo 37
Comimos y como era de esperarse vomité hasta lo que no debía y tenía demasiado calor el sol era algo fuerte tanto para mí como para Duncan.
Ya eran las siete de la noche y quedamos todos para ir a cenar para que Duncan conociera un poco la ciudad. Mis padres se arreglaron muy guapos y Duncan ni se diga, si antes no quería llamar a la atención hoy no había forma de que no. Tuvimos un pequeño inconveniente con el baño y él, no sabía que lidiar con hombres ricos era tan complicado.
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