Capítulo 330 Aclaración

Damián se tensó de repente cuando los labios húmedos estaban a punto de tocarse. Una repentina sacudida en su mente le hizo entrar en pánico, haciéndole girar la cabeza un poco. Mientras tanto, Isabela murmuró algo en voz baja y volvió a dormirse. Sus acciones agitaron el corazón de Damián. Tardó un rato en calmar sus caóticos latidos. Se dio la vuelta y se tumbó junto a Isabela. Tras respirar tranquilo, cerró los ojos. Al día siguiente, Isabela se despertó bajo la luz del sol. Acostumbraba a dormir con las cortinas cerradas, y por un momento no supo de dónde venía la luz del sol. No fue hasta que se dio la vuelta y vio al hombre que dormía a su lado que sus ojos se abrieron al instante.