Capítulo 117 - En la jungla

Tercera persona Cuando el amanecer rompió en el primer día completo de los cachorros en las Islas del Sur, el sol los encontró todavía acurrucados en el refugio protector de una enorme higuera estranguladora, seguros en los huecos del árbol que una vez engulló. Por supuesto, la noche no los había dejado completamente indemnes. Dormir era casi imposible en la oscuridad absoluta de la selva tropical, con depredadores mortales merodeando por el suelo del bosque y ruidos aterradores resonando a lo lejos. Eventualmente se quedaron dormidos por pura agotamiento, pero al despertar estaban cubiertos de picaduras de insectos y sudando a través de su ropa.