Capítulo 130 Cualquier cosa menos amor
El sol se puso gradualmente y la noche cayó sobre la ciudad de Xana. Unas pocas estrellas solitarias se esparcieron por el cielo, en marcado contraste con el mundo lleno de luces de neón debajo.
Aunque ya era finales de noviembre y el clima se estaba volviendo frío, la habitación de Gloria estaba cálida. Había ajustado el termostato a una temperatura más alta de lo habitual porque no quería que el hombre que dormía en su cama se resfriara.
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