Capítulo 158 Pintura al aire libre
Edrick
En cuanto vi la expresión de dolor en la cara de Moana, supe que había metido la pata al quitarle el diente. Obviamente, aún no podía contarle lo del Lobo de Oro, pero me di cuenta de que tal vez debería haberle preguntado si podía llevármelo con antelación; podría haberle dicho simplemente que quería llevármelo para hacerle unas pruebas, o cualquier cosa que no la hiciera entrar en pánico. Estaba claro que había estado buscando desesperadamente el diente cuando llegué a casa, y al instante me sentí como un imbécil por haberla hecho sentir así.
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