Capítulo 241 Siempre esperará a que Fu Lingye vuelva a casa

El Puente B estaba iluminado por las farolas de la noche. El viento frío del mar soplaba hacia ella y le rozaba el cuello. Estaba de pie en el puente y miraba el vasto mar, tranquilo y calmado. No pudo controlar más sus emociones y al final liberó sus sentimientos reprimidos. —¡Fu Lingye! ¡Fu Lingye! ¡Esperaré a que vuelvas a casa! Por favor, vuelve pronto... —Gritó hasta que su voz se volvió ronca mientras se ahogaba en sus sollozos. El frío viento invernal le atravesaba la piel y cuando sus cálidas lágrimas se derramaron, se volvieron gélidas en su rostro. Su visión se volvió borrosa mientras miraba el mar, de pie en el puente. «Lingye... ¿dónde diablos estás?». El conductor Liu se situó en un extremo y mantuvo su mirada en Mu Tongrui. Su teléfono sonó. Era de la residencia de la familia Fu. Descolgó: