Cinco años atrás, el prometido de Vanina González le tendió destrozó su corazón en un engaño y sus hijos fueron entregados uno a uno después del parto, pero ella regresó con sed de venganza y múltiples identidades. En su viaje la acompañaron siete niños que mimaban continuamente a su madre debido al sacrificio que ella hacía por ellos y a todo lo que había sufrido. Haroldo Luján tenía fama de ser una persona sin escrúpulos en el sector empresarial y pensó que ganarse el corazón de aquella mujer, después de que esta diera a luz a los siete bebés, sería una hazaña fácil, pero los mismos niños serían lo que se interpondría en su camino.