Nicholas rodeó a Tessa con sus brazos como si quisiera fundirse con ella. Cuando Tessa estaba embarazada, enferma y no podía andar, él sólo quería que estuviera sana y salva. Aunque aún no había recuperado la plena salud, había otras cosas que podían hacer. Así, Nicolás no quiso contenerse más después de haberse contenido durante tanto tiempo.
El aire de la habitación se volvió más caliente y vaporoso. Tessa se apoyó sin fuerzas en Nicholas. No supo cuánto tiempo pasó antes de que él la soltara con un jadeo áspero. Su garganta subía y bajaba mientras miraba a su sensual esposa. De inmediato la levantó y la llevó a la cama.
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