«Ariadna es una empresaria y nunca ha tomado clases de actuación. ¿Cómo es posible que pueda actuar tan bien? ¿Será debido a su apariencia y sus conexiones? Sin lugar a duda yo aceptaría la oportunidad si pudiera entrar a la industria del espectáculo; sin embargo, Ariadna se une solo por diversión. ¡Buf, el mundo es tan injusto!». Penélope respiró profundo y sonrió con malicia cuando, de repente, se le ocurrió un plan. «Una diosa nacional, ¿eh? Me aseguraré de que tu reputación se vaya a la basura y lo pierdas todo».
En ese momento, Penélope ya no tenía ganas de comerse las frutas, así que se marchó a su habitación y comenzó a tramar un plan.
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