- Su Alteza, esta es mi hija y le ofrezco mi lealtad. En una fiesta elegante, me escondí en un rincón y vi cómo mi padre, un alfa, se inclinaba para hablar con el príncipe en el trono, mientras mi hermana, Berenice, con un vestido ajustado y glamuroso, se sentaba a los pies del príncipe y le mostraba una sonrisa encantadora y presumida. Era una recepción para el príncipe y para que mi hermana fuera su pareja. Todos pensaban que mi hermana empezaría una vida feliz con el príncipe, sin embargo, un grito grave estalló de repente desde el centro de la fiesta. Berenice parecía pálida, y el príncipe frunció el ceño ante la multitud que tenía delante. Tenía un aura opresiva de licántropo que hacía que todos tuvieran miedo de respirar. - Ella no. -Dijo el príncipe, negándose incluso a mirar a Berenice. ¿Cómo es posible? ¿No es Berenice la mate del príncipe? Me escondí en un rincón. No estaba de humor para ver qué pasaba en la fiesta. Sólo quería deshacerme del imbécil que tenía delante. Pero, ¿por qué el Príncipe me miraba ,una chica escondida en un rincón? Oh, diosa Luna, no puedo leer sus ojos