Capítulo 47 Haciéndose amigo de los faes
Aero
No podía negarlo, Ehnrelil presumía de una belleza diferente a la de cualquier otro reino que había visitado. Tal como recordaba, su suelo parecía hecho de ladrillos de plata. Su cielo, un color neón de naranja, azul y rosa. Sus casas eran invisibles, solo arcos de flores y hojas daban pistas de su existencia. Había una variedad de vegetación en cada rincón que miraba, todo mezclado con la calidad brillante del reino. Había cascadas por todas partes y con estas cascadas venían nieblas que rodeaban la vegetación. Tal era su vista, pero una vista que no podía soportar por mucho tiempo.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread