Capítulo 28 Algo suave algo duro

Serena La oscuridad estaba en todas partes, sin importar a dónde mirara. Parada en un suelo transparente, no podía decir exactamente dónde estaba o si este lugar era real. Sin embargo, estaba muy consciente de mi cuerpo y mi entorno. Podía sentir mi maldito dolor de cabeza. Podía sentir la frialdad de algo... una mano sosteniendo la mía y podía escuchar el sonido de brasas crepitando en algún lugar a lo lejos.