—Divórciate o discúlpate, puedes elegir por ti misma. —Yo no la empujé, ¿por qué no puedes creerme?. —Miró al impasible hombre que tenía delante, decidiéndose por fin. —¡Divorciémonos! ....... Jessica ocultó su identidad y estuvo casada con Lucas durante tres años. Pensó que Lucas siempre sentiría algo por ella, pero cuando él la acusó injustamente e incluso la castigó por su rumoreada novia, Jessica se dio cuenta por fin de que aquel hombre no tenía corazón. A pesar de sus esfuerzos, él no la quería. Así que, entre admitir las acusaciones infundadas y el divorcio, Jessica eligió el divorcio sin dudarlo. Ese hombre, quien guardaba otra mujer en su corazón, ¡debería irse al infierno! Adiós, ex-marido. ¡Me voy a mi casa a heredar mi fortuna de un trillón de dólares! ...... Lucas siempre pensó que Jessica sólo quería el divorcio para llamar su atención. Al fin y al cabo, venía del campo, no tenía dinero ni estudios, y no era nada sin él. Así que accedió tranquilamente a la petición de divorcio de Jessica, apostando a que volvería con él en tres días. Sin embargo, pasaron tres días, tres semanas, tres meses, Lucas nunca pudo averiguar a donde había ido Jessica, hasta que ella volvió, transformada en la única hija del hombre más rico, y en la CEO multimillonaria de la que había escuchado hablar en rumores. Lucas empezó a arrepentirse cuando supo la verdadera identidad de Jessica. —Querida, dame otra oportunidad, por favor. Sus manos se aferraron con fuerza a Jessica, atrapándola contra la pared, sus ojos ardiendo de añoranza por la mujer a la que echaba mucho de menos. Sin embargo, Jessica permaneció impasible. —¿Volverte a casar? Ni se te ocurra.