Capítulo 954 El tiro por la culata de intentar avergonzar a los demás
Lisa se bebió tres copas de vino consecutivas, y se dio cuenta de que Violeta seguía con la suya en la mano. Violeta fingió serenidad.
—¡Oh… Señora Castellanos, es usted tan generosa! —exclamó, fingiendo sorpresa—. ¡No me lo esperaba en absoluto! Qué descortés de mi parte, ¡me disculpo! —Mientras hablaba, Violeta se acercó en persona a servirle otra copa a Lisa.
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