Capítulo 840 ¿Por qué el mundo es tan injusto?

La cabeza flotaba al borde del olvido, a punto de disiparse por completo, pero fue golpeada con la sartén una vez más. El silencio envolvió el entorno durante un largo momento. Sin embargo, el talismán de la verdad permaneció con firmeza unido a la cabeza. Mientras quedara un rastro de resentimiento, obligaba a la cabeza a seguir divulgando sus oscuros secretos. —Le pedí a esa mujer que me ayudara a tomar las fotos. Cada foto costaba 100 billetes —confesó. Como es natural, el precio aumentaría si se ampliara el alcance de la solicitud. Todos los días, sin falta, gastaba 100 o 200 billetes comprando fotos de esa mujer. Pero poco a poco, ya no estaba satisfecho.