— Entonces, si fuera hombre, ¿sería aceptable?
— Tampoco. Por eso, he venido aquí. Vine a hacerme responsable por su primera y segunda vez teniendo sexo. — dice él sacando un pequeño cofre de su chaqueta — Cásese conmigo.
Todas suspiran profundo y yo busco una salida rápida.
— ¿Está jugando conmigo?
— ¿Cree que vendría aquí a jugar contigo?
— Una lástima que no funcione conmigo su número patético. Porque no voy a casarme contigo.
— ¿Por qué?
— Porque eres tan terrible en la cama, que solo pude fingir olvidarlo para no recordar esa mala experiencia; segundo, no estas bien dotado como lo dicen en las revistas y tercero, sentí que estabas por morir y apenas llevabas un minuto en acción. Así que, mejor evitemos decepciones. — dice Adhara levantándose de su silla.
— ¿Crees que vas a escapar así? No, querida. La boda será pronto. A partir de ahora, eres la futura señora Every y créeme que te haré recordar que no soy tan malo como dices. — dice el señor Every levantándose y llevándome lejos de nuestra mesa.
— ¿A dónde me llevas?
— A verificar si recuerdas bien lo que hicimos — dice el señor Every quitándose su corbata e ignorando el suspiro de todas