— ¿Quién te hizo esto Elena? — acarició mi mejilla marcada Negué con la cabeza, no quería que supiera me daba pena — Vamos cielo, dime — suplico Lo mire aún con lágrimas en los ojos y sabía que no podía ocultarle nada más — Papá — murmure y abrió los ojos — Fue por... — no lo deje terminar porque me aleje de el — Ya no más — intente sonar seca pero no lo logre Estaba cerca de la ventana y podía ver el atardecer en la Ciudad, parejas felices pasando tomadas de la mano y una ola de enojo empezó a crecer en mi — Podemos solucionarlo — intento acercarse pero puse mi mano al frente para detenerlo — Esta vez no — un nudo en la garganta se iba formando — Hablaré con... — se detuvo al ver el mensaje que iluminó la pantalla de mi celular Frunció en ceño y e hizo puños sus manos hasta poner blanco los nundillos — ¿Es por él?— preguntó señalando el celular Es por nosotros Quise contestar pero no pude — Si — respondí Sabía que sería difícil poder terminar con esto, lo quería pero era mejor para nosotros. — ¿Estás segura? — tomó su saco No — Si — la sensación de picor en mis dedos deseando tocarlo y decirle que olvidara todo se hacia cada vez más fuerte — Si eso quieres — recogió sus cosas — Hasta luego señorita Anderson — cerró la puerta