Tyron es un multimillonario infeliz con su esposa, cansado de intentar tener hijos y fallar todas las veces. Conoce a Candace, una jóven y guapa chica dispuesta a alquilar su vientre por cientos de dólares. Ante la desesperación, Tyron acepta y ofrece cien mil dólares a Candace por ayudarlo a cumplir su sueño y el de su esposa; tener su propia familia. En el camino, Tyron descubre que su infelicidad no era por no lograr tener su propio hijo, si no, por ya no amar a su querida esposa. Comienza de ese modo, la doble de vida de Tyron entre la mujer que amó en su vida y la chica que será capaz de darle el pequeño que siempre soñó. —Estoy cansada de intentar, ¿que hay de mal en mi?—Preguntó Bella. —No hay nada mal en ti, ni en mi. Siempre hay más opciones como la adopción o alquilar un vientre.—Sugerí. —No. No quiero que nadie lleve a mi hijo. Si no puedo, no hay más opciones.—Respondió eufórica. Sin saberlo, era algo que ya había pensando tanto, que inclusive había buscado por redes y clínicas. Encontraría el modo de tener mi propio hijo y que se hiciese cargo de todo lo que había construido durante años.