Capítulo 49 No necesito tu penosa inversión
Mirando el contrato en el suelo, Penélope se mordió el labio mientras discutía consigo misma: Si no firmaba el contrato, el proyecto se paralizaría por falta de fondos y Grupo Cruz podría quebrar, pero si lo firmaba, Grupo Cruz sobreviviría y podría terminar el proyecto en Oriente. Por otro lado, técnicamente estarían trabajando como esclavos para la familia Sosa, permitiendo que esos codiciosos se enriquecieran con su duro trabajo. Al notar que ella se esforzaba por tomar una decisión, Nataniel dijo perezosamente:
—Ustedes son como una manada de perros, que se aprovechan de los débiles en sus momentos de necesidad. Querida, no aceptes sus condiciones.
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